domingo, 26 de agosto de 2012

Cómo crear un personaje (parte 3)


Cómo crear un personaje - Introducción [Link]
Cómo crear un personaje - Estereotipos y arquetipos [Link]
Cómo crear un personaje - Personajes principales y secundarios
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Personajes principales y secundarios


Dentro de una historia podemos identificar dos tipos de personajes. Aquellos que son más relevantes son llamados "complejos" o "circulares" y los que aparecen menos -o lo hacen para situaciones muy específicas- son conocidos como "sencillos" o "lineales". A mayor complejidad se vuelve más creíble el personaje, de manera que los personajes principales de la narración deben ser los más complejos y esto significa que dedicaremos mayor tiempo al desarrollo de su pasado, apariencia y personalidad.
                    
A continuación se expondrán las características más relevantes de aquellos personajes imprescindibles en la narración -el protagonista y el antagonista- y de algunos más que suelen ser útiles y recurrentes. Recordemos que todas estas son sólo sugerencias y por tanto no es necesario limitarse a algún arquetipo específico.

  • El protagonista

Es el personaje principal de la historia y es a través de él que el espectador puede verla y participar en ella. Es el personaje más complejo de todos y suele encontrársele bajo el arquetipo de "héroe".

Un buen protagonista es aquél que permite al público "observar" la historia junto a él -o ella- y ser cómplice de su crecimiento personal, objetivos, secretos y vivencias. Además éste debe lograr que el espectador se identifique con él de una u otra manera, por ejemplo, las personas pueden encontrar en el héroe algunos rasgos de su propia personalidad, algún hecho del pasado que se asemeja al suyo o algo que ellos desean tener o ser. Es por esta razón que los héroes no deben ser perfectos.

Entonces, ¿cómo debe ser un héroe? Vogler nos dice que debe tratarse de un personaje único, complejo y contradictorio que permite al espectador identificarse con él. Sin duda, aquellos personajes emocionales, con tantas virtudes como defectos, serán aquellos que se acerquen más a la realidad.

Un protagonista debe cambiar a lo largo de la historia -arco de transformación- y tener necesidades como las de cualquier otra persona, por ejemplo la necesidad de ser amado, de triunfar, de sobrevivir, vengarse, etc. Debe cometer errores y sacrificarse por los demás; debe tener fortalezas y debilidades, miedos, logros, dudas internas, creencias, recuerdos felices y recuerdos trágicos, vicios, etcétera. Y aún más relevante: el héroe necesita una meta.

¿Qué quiere?, ¿por qué lo quiere?, ¿qué hará para conseguirlo? Su objetivo, que puede ser desde obtener el amor hasta salvar el mundo de la destrucción o de la esclavitud, es lo que determinará el curso de la historia. Una meta debe ser lo suficientemente interesante y difícil como para que el espectador desee saber cómo el protagonista intentará conseguirla y si finalmente lo logrará. Es imprescindible que el ir tras ella ponga en peligro al personaje, que lo obligue a obtener crecimiento personal y que, en caso de no conseguirla, algo valioso se pierda.

Finalmente, mencionaremos a modo de guía los tipos de héroes según Vogler:

-El decidido, se trata del clásico personaje activo, valiente y bueno, lleno de motivación, que luchará por sus objetivos hasta lograrlos por difíciles que sean.
-El dubitativo, a diferencia del anterior este es pasivo, suele estar lleno de temores y necesita de algún factor extrínseco que lo obligue a salir 'a la acción'.
-El antihéroe, aquél que hace cosas buenas -o heroicas- utilizando métodos que son dudosos de serlo. Generalmente toma sus propias decisiones, expresa su sentido personal de lo que es bueno o malo, es rebelde y de cierta forma antiético; pero está muy lejos de ser malo y suele ser así por un pasado trágico.
-El grupal, forma parte de una comunidad, sale a la aventura y vuelve a su hogar.
-El solitario, al inicio se encuentra apartado de los demás, después va por su objetivo reintegrándose a la sociedad o a algún grupo.
-El catalizador; definido como el que no presenta grandes cambios en sí mismo, pero que ayuda a cambiar a los demás.

  • El antagonista

Se trata del personaje que se opone al protagonista y a sus objetivos, lo normal es que sea gracias a él que existe un conflicto a resolver en la historia, hace que las cosas se vuelvan peligrosas y emocionantes. Cabe mencionar que no es obligatorio que sea "malo". Esto puede explicarse enlistando los tipos más comunes de antagonista que, en general, serían estos:

-Los malos, es decir, aquellos que hacen las cosas por pura maldad, suelen tratarse de psicópatas, monstruos, demonios u otra clase de seres.
-Los "buenos" o los que actúan de una forma poco aceptable porque creen firmemente que lo que hacen está bien ...aunque sea todo lo contrario.
-Los que han tenido un pasado duro, suelen tener algún tipo de trauma o fervientes deseos de venganza.

Normalmente se espera que el público no esté de su lado, ya que se debe estar a favor del protagonista. Podemos decir que los buenos villanos son esos que nos hacen despreciarlos a tal grado que nos agradan sus derrotas -pertenecen al primer tipo listado-; sin embargo también existen aquellos que provocan simpatía, admiración, pena e incluso identificación -segundo y tercer tipo-. Lo importante en cualquier caso es que mantengan un fuerte conflicto con el héroe y que se lo hagan sentir al público. Otra cosa a considerar es que si la intención es crear un antagonista creíble, hay que desarrollarlo casi tanto como al protagonista.

  • Otros arquetipos

Pueden ser personajes secundarios o auxiliares que se relacionarán con el protagonista y/o el antagonista, ayudando o perjudicándolos en sus misiones. En conjunto estos contribuyen de manera significativa al desarrollo de la historia. Pero también cabe mencionar que un protagonista o antagonista puede tener las características de cualquiera de estos, por ejemplo, un héroe-cómico o un antagonista-consejero; o que incluso pueden mezclarse entre ellos, ejemplo: amigo fiel-cómico y amigo fiel-escéptico.

Los arquetipos más comunes por su utilidad -apoyado en Clasca y Vogler- son:

-El compañero o amigo fiel.
-El interés amoroso.
-El emotivo.
-El cómico o bufón.
-El escéptico que cuestiona y se opone a todo.
-El consejero.
-El mentor o maestro.
-El co-antagonista.
-El cambiante, difícil de entender y cuya lealtad y sinceridad son cuestionados.
-El heraldo que llama a la aventura, puede ser una persona, idea, fenómeno, etc.

Estos son sólo algunos de la gran cantidad de personajes secundarios a los que se puede recurrir y tampoco es necesario tenerlos a todos en la narración, ya que el utilizarlos o no dependerá de nuestra historia. Por último, si queremos un poco de práctica, un ejercicio interesante y divertido puede ser buscar personajes de ficción que pertenezcan a los arquetipos comentados en esta parte guía.

El dibujo en grises pertenece a Exo Corvin, el resto a

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