lunes, 6 de agosto de 2012

Cómo crear un personaje (Parte 2)




Cómo crear un personaje - Introducción [Link]
Cómo crear un personaje - Estereotipos y arquetipos
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Estereotipos y arquetipos

Cuando pensamos en crear una historia ya nos vamos haciendo una idea acerca de sus personajes, por más vaga que sea. Así que hay que preguntarnos ¿cómo es su personalidad? ¿cuál será su función en la historia? ¿para qué los vamos a usar? Al momento de hacer personajes de ficción debemos tomar ciertas consideraciones. Una de ellas -y sobre la que tratará este artículo- consiste en identificar las bases o modelos existentes para, posteriormente, elegir aquellos que se adecuen a lo que buscamos.

  • Los estereotipos
Los estereotipos están fuertemente ligados a los prejuicios sociales -generalmente negativos-, de manera que el público ya tiene una idea acerca de cómo es un personaje antes de conocerlo. Seguramente todos estamos familiarizados con personajes de este tipo, como lo pueden ser la rubia tonta, el científico loco, la princesa en apuros, el nerd del salón, etc.

Es común que este tipo de seres sean recurrentes en las parodias dado su conjunto de características y clichés fácilmente reconocibles por el público. En la serie Los Simpson, famosa por parodiar la sociedad estadounidense, el jefe Gorgory y el profesor Frink son un ejemplo del científico loco y el policía gordo come donas respectivamente.

Aunque algunos probablemente estarán en desacuerdo, podemos tomar en cuenta el uso de estereotipos como un buen recurso para las sátiras y las ironías. No obstante, si el proyecto se trata de algo serio y lo que buscamos es que los personajes sean realistas, utilizar este tipo de modelos se convierte en algo poco recomendable.

  • Los arquetipos
Errónea y frecuentemente incluidos en la categoría de estereotipos, los arquetipos son aquellos considerados modelos o bases. Definido por el dRAE como el "modelo original y primario en un arte u otra cosa", el arquetipo de personaje es la base o esquema que se puede tomar como punto de partida para crear un personaje único. En las narraciones cada ser tiene una función o propósito definido y es aquí donde entran los arquetipos. El héroe, el antihéroe, el amigo fiel, la princesa, el sabio y el villano son algunos ejemplos comunes.

Autores como Merce Clasca y Christpoher Vogler nos mencionan los arquetipos que se presentan en las narraciones más frecuentemente. Clasca señala la existencia de 6 básicos que son: el protagonista, el antagonista, el amigo fiel, el escéptico, la razón, la emoción y el co-antagonista; mientras que Vogler se refiere a los siguientes: el héroe, el mentor, el guardián de la puerta, el heraldo, la figura cambiante, el bufón y el embaucador. Sin duda estos arquetipos son tan recurrentes y necesarios que si nos detenemos un instante para analizar cualquiera de nuestras historias favoritas es seguro que los encontraremos.

En conclusión crear una clase de personaje u otro dependerá del tipo de narración y del propósito que queremos que tenga. Utilizar estereotipos puede o no ser aceptable, pero basarnos en arquetipos es imprescindible. ¿Por qué? Porque toda narración requiere, por lo menos, un protagonista y un antagonista que sean capaces de envolver al público en nuestra historia.


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